Abandonado a la penumbra, entre la misma me has encontrado. Levantado entre cenizas y sanado a cal y canto, nada mas fuerte que estar entre tus brazos. Pero tan frió corazon ya sin encanto, quien hace llorar a mi querida entre los santo. Desaparecer quisiera entre la lluvia de su llanto. No puedo dejar a tras la luz de sus encantos. ni caminar entre las piedras anarquistas de lo sacro

Etica Para Amador (Pt2)

Estos estigmas dogmaticos entran siempre en conflicto entre si y entre las ordenes, las costumbres y los caprichos, los cueles podrían estar en opuestos, algo que nos convenga no necesariamente nos tiene que gustar, o bien algo que nos gusta podría llegar a profanar nuestra propia moral, nuestros extremos siempre tiran y en el centro de toda esta fuerza esta nuestra decisión, nuestra limitada libertad en su más amplio momento, donde puede o no puede ser si es que así lo quiere, la elección en si puede ser tan buena como mala, todo tiene su ángel y su demonio, bien elegir lo que se quiere, lo que se nos obliga o impone por norma tiene cada uno su encanto del que lo ideal sería tenerlo en equilibrio, tan necesario es la obligación como el mismo gusto que trae el hacer las cosas, los excesos siempre se transforman en veneno y la única forma de extirparlo es la moderación, siempre en una decisión tenemos esta libertad independientemente de si es una obligación, una costumbre o un capricho, hacer lo que queremos crea naturalmente un equilibrio pues nadie que no merezca estar en yugo en si siempre es rebelde o muy obediente. Para atender a nuestra libertad de decisión se debe hacer caso omiso de las influencias exteriores, y a pesar de esto no caer en la discordia social y tratar en el mejor de los casos con la regla de oro, tratar a los demás como queremos que nos trate, para seguir siendo tratado de manera respetable debemos tratar de la misma forma, cayendo en lo mismo, se debe crear un equilibrio entre el éxito y la felicidad. Lo que nos pega en gana podría darnos una felicidad tan corta que parecería absurda y tanta obediencia nos traería un esclavismo, ambos casos perjudiciales ante el deseo de una buena vida, una vida muy humana y digna.

El vivir bien se puede ver siniestrado por la misma obsesión de vivir bien, por el consumismo o el ambiguo valor de las cosas o personas. Tanto las personas como las cosas son igualmente necesarias y a ninguna de las dos se debe menos preciar, sin embargo las personas tienen un valor insustituible ni cuantificable, al que aun así no se debe de aferrarse. El valor que otorgamos, nuestras ganas de poseerlo resulta en una fuerza recíprocamente insana si es obsesiva, yo llamaría a esto vicio y la única forma de evitar los vicios así como muchas complicaciones de la vida es tomar todo un tanto a la ligera, eso sí, sin llegar a una simpleza que recaería en ser lo que evitamos, un vicio. Todo tiene un valor y un precio, para alcanzar las cosas que queremos en forma adecuada debemos tomar en cuenta los dos para no perder o empeorar nuestra buena vida por vicios innecesarios, engancharse demasiado a cualquier cosa se transforma en un peso y por mas buena que sea la mula con los excesos se derrenga.

Para vivir bien no se debe ser un imbécil, se debe saber lo que se quiere, como se quiere y actuar en consiguiente. Nos explica que lo malo es lo que no nos deja vivir la buena vida, lo que nos hace pensar que en buena parte un egoísmo bien controlado puede hacerte lograr tus metas, esta sería una forma de ganárselas, claro, siempre actuando con responsabilidad. Y el mayor uso de la responsabilidad llega cuando los placeres aparencen, una vida sin placeres simplemente es una vida vacia que no vale ni la primera letra de pena, en mi opinión, se debe uno siempre colmar de placeres, probar cuanto queremos, y me refiero a querer con la responsabilidad de las consecuencias que esto conlleva, que si no los placeres nos consumen y devoran hasta el espíritu y pueden quebrantar hasta el más fuerte de los pilares morales dentro de una persona, la clave esta en la complacencia no en la compulsión y es que satisfacerse a su medida y posibilidad es parte de la buena vida y no una desproporción abusiva del consumo. Si bien todos cosechamos lo que sembramos, sembrar lo que nos conviene en las personas produce pro tanto algo que nos conviene, y nada nos viene mejor que lo que nos puede dar un ser humano, para esto ahí que tratarlo cuidadosamente, propiciar en el lo que queremos, y evitar su malicia, somos como nuestro alrededor nos permite y a como el mismo entorno nos muestra que debe ser, y siempre a nuestro alrededor están los humanos, estas bestias tan simples y entre muchas cosas las peores de entre las bestias, para evitar sus ataques que podrían resultar brutales es mejor tratarlos con cuidado, lo mas conveniente es alejarse de la bomba cuando escuchamos las manecillas y sabemos lo que es, lo más sensato es evitarla, y quizás lo más conveniente desactivarla, pero ahí algunas de las que nos gustaría por lo menos recibir la onda de impacto, a esto, y si bien sabemos que seremos tratados como se nos ve que se nos trata y se nos trata como nosotros tratamos es más que obvio ponernos en los lugares menos apropiados, en el de otro, y de ahí jusgar lo que se merece y atender a este juicio de manera conveniente para poder encontrar y sacar provechos de muchos de nuestros placeres pues en su mayoría dependen de los demás, tanto como para evitar que se te sean arrebatados como el de ganárselos y tener una fuente de la cual distribuirse.

Por último se habla de política, la obligación del sistema y la pobre fama que tiene l político, y es que no es su culpa en si, cada político lleva la mala fama de su predecesor como de su sucesor a un tiempo o por abonos, en nuestro país se puede ver más claramente el porque tan mala reputación, un país tan bello y corrompido que resulta tan puro e incomodo como la verdad, la mayor parte de las relaciones es la de caer bien, ser cercano al más cercano del de arriba, más que por el desempeño, en particular estoy muy desilusionado de la particularidad política de mi país desde que me doy cuenta de cuan severa es, como gente incompetente llega a puestos tan altos con tanta seguridad y como gente valiosa se estanca en cuerda floja a causa de esto, e irónicamente la mejor forma de combatir ante un sistema tan vasto es el seguir el juego, pero claro este a el modo personal en que pueda por lo menos arreglar un poco la situación.

En si el libro resulta, más que nada, una simple curiosidad para el publico a quien no esta dedicado, los adolecentes lo podrían disfrutar, lo podría hacer pensar cosas que nunca han pensado, sobre las que nunca han hablado y sobre las que nunca entendieron por que se hablaban, todo tratado de ética es solo una opinión de sobre como se ve la vida con cierto cristal, la felicidad, la buena vida, el buen sistema, lo bueno, lo malo, la ética como la moral son cosas tan inexactas y tan infinitas como el pensamiento humano que no se pueden trasmitir, que se deben forjar, experimentar, hacer vivir en carne propia y en los casos mas pedagógicos, propiciar la inferencia en estos.

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